Desastres de la guerra

 
Si Goya hubiera vivido, seguro que Belchite le hubiera inspirado alguno de los grabados de la serie Desastres de la guerra. El viejo Belchite es un vivo ejemplo de la desolación, de la ruina, de la mierda que trae la guerra, con todo el género humano empeñado en hacerla, cuando todo el género humano sabe perfectamente que en ella todos pierden.

Belchite es también un ejemplo de mixtificación. Oficialmente, es así como quedó el pueblo en 1939 cuando -según parece- Franco -o alguien en su nombre- decidió que quedara tal cual, que no se reconstruyera, como ejemplo y escarmiento. Pero la realidad es que Belchite estuvo habitado hasta la segunda mitad de los años 50 del siglo pasado y buena parte de sus ruinas se deben no a la guerra sino al abandono.

En cualquier caso es sobrecogedor, sobre todo cuando se identifican monumentos interesantísimos destrozados por las bombas. Desde hace tiempo se viene pensando en qué hacer con el viejo pueblo, sobre todo porque, a medida que se va arruinando, se va haciendo peligroso, hasta el punto de que recientemente se cerró el recinto y sólo puede accederse a los lugares autorizados en compañía de un guía; meterse ahí por libre -y yo lo hice en años mozos- era un auténtico ejercicio de urbex.
 
Por si alguien quiere hacerme caso, mi propuesta es dejar tal cual -aunque bien asegurados- los monumentos más interesantes artísticamente hablando, arrasar con todo lo demás y construir en el recinto unos jardines. Para los que cayeron luchando ahí -que fueron muchísimos, entre tirios y troyanos- sería un grandísimo homenaje que volvieran a oírse las risas de los niños.

Las fotografías están realizadas con la Canon Powershot G5X Mark III, con la ISO a 120 y diferentes configuraciones de diafragma, exposición y focal para cada fotografía. No fue fácil realizar la serie: tener que ir con el grupo sin alejarse demasiado de él no permitía detenerse demasiado a buscar ángulos, iluminaciones óptimas y demás. Encima, el sol empezaba ya a estar alto, lo que siempre es un fastidio, aunque quede muy poético como parte de la URL de un blog ;-)