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f/8 1/400s ISO-125 24.1mm |
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f/8 1/400s ISO-125 16.9mm |
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f/8 1/800s ISO-125 31.8mm |
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f/8 1/250s ISO-125 18.8mm |
Inopinadamente, mirando un mapa de los edificios GATCPAC de Barcelona, voy y me encuentro con uno que está a 200 metros de mi casa, por delante del cual habré pasado decenas de veces -quizá algún centenar que otro- y nunca me había llamado la atención y jamás había oído hablar de él. Lógicamente, el tiempo de tomar la mochila urbana (la Canon Powershot reside en ella permanentemente), el bastón y la gorra, y a la calle.
Se trata de un edificio con fachadas a la calle de l'Art y -mucho más reducida- al paseo Maragall. Y no me sorprende que me pasara desapercibido: realmente es un edificio vulgar, que tiene alguna molécula de gracia -esas ventanas en arista, por ejemplo- pero sobre el que poco hay que escribir. Obviamente, no está catalogado y, si las dimensiones del solar fueran generosas, es fácil que ya hubiera sido derribado y construido un nuevo edificio (la zona es sumamente apetecible para los promotores), pero me da la impresión de que, de acuerdo con las ordenanzas actuales, igual no podría construirse en él un edificio comercialmente rentable. Puedo estar equivocado, no he comprobado este detalle, ya digo que es una simple impresión.
Pero es de padre conocido. Su arquitecto fue Antoni Ferrater Bofill, autor de obras destacables, pero pocas de ellas -apenas ninguna- integrables en el Movimiento Moderno. Sin embargo, Ferrater se adhirió al GATCPAC y llegó a ser su secretario de 1935 a 1936.
Dediqué un par de horas a interrogar a vecinos mayores del barrio -más mayores que yo, vaya- y toda la noticia que obtuve es que el edificio ya llevaba algunos años construido en 1955 (casi evidentemente, puesto que Ferrater murió en 1958), y probablemente antes de 1950, en algún momento de los años 40.
Y hasta aquí.